Salud

El periodo de vida en el que se padece la patología está asociado con el deterioro de distintas capacidades como la memoria y la fluidez verbal, independiente de cuánto tiempo se padezca la condición.

La hipertensión es un factor de riesgo muy frecuente para el deterioro cognitivo y demencia, potencialmente prevenible y tratable. Aunque no se sabe cuándo comienza a afectar la cognición, la mediana edad (55 a 64 años) parece ser un período sensible en el que su exposición tiene un impacto negativo sutil y duradero en el cerebro más que cuando de inicia a una edad avanzada. Sin embargo, la variabilidad en la definición de mediana edad entre los estudios, así como las diferencias en los métodos utilizados para clasificar el deterioro dificultan la comparación. Así pues, es posible que la menor duración de la patología explique parte de las discordancias del efecto de la avanzada edad sobre el declive cognitivo o la demencia. Por consiguiente, es preciso abordar los dos componentes: edad de diagnóstico y duración de la hipertensión.

Aunque la prehipertensión (presión arterial sistólica [PAS] entre 121 y 139 y la presión arterial diastólica [PAD] entre 81 y 89 mmHg) pueden dañar significativamente varios órganos, la relación con el declive cognitivo y la demencia no ha sido investigada en profundidad, siendo importante debido a las posibilidades de prevención y reversibilidad.

El trabajo desarrollado por la Universidad Federal de Minas Gerais de Brasil abordó cómo la hipertensión, prehipertensión, edad y duración del diagnóstico, así como el control de la presión sanguínea, se asociarían con una disminución del rendimiento cognitivo. El estudio longitudinal incluyó 7063 participantes, con una edad media de 59 años. El rendimiento cognitivo se midió en dos ocasiones y se evaluó por puntuación estándar de pruebas de memoria, fluidez verbal, test b de trazo, y puntuación cognitiva global. Las asociaciones fueron analizadas usando modelos lineales mixtos.

La hipertensión y la prehipertensión se vincularon a la disminución de la puntuación cognitiva global; ser hipertenso reducía la prueba de memoria; y la prehipertensión reducía la prueba de fluidez. El diagnóstico de hipertensión ≥55 años se asoció con menores puntuaciones en las pruebas cognitivas y de memoria globales, y en <55 años con calificaciones más bajas en las pruebas de memoria. La duración de los diagnósticos no se relacionó a ningún marcador. Entre los individuos tratados, el control de la presión arterial se asoció inversamente con el descenso de las puntuaciones de las pruebas cognitivas y de memoria.

En este grupo de participantes relativamente jóvenes, la hipertensión, prehipertensión y el control de la presión sanguínea fueron predictores independientes del deterioro de distintas capacidades cognitivas. Los hallazgos sugieren que la edad a la que se padece hipertensión, pero no la duración del diagnóstico se relaciona con el declive cognitivo en diferentes capacidades. La hipertensión, la prehipertensión y el control de la presión podrían ser críticos para la preservación de la función cognitiva.

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